Hay algunos elementos que se conservan en el imaginario colectivo de la moda, accesorios que pasan y pasan generaciones y siguen guardando historias, recelo por quien lo porta y una cierta cercanía con quien te inspiro a usarlo. En esta entrada quisiera ahondar un poco acerca del regreso de la esencia de Kurt Cobain a través de unas gafas. La verdad la primera vez que leí sobre el tema me pareció algo un tanto absurdo, pues Vogue lo titulaba «Este verano vas a querer llevar las gafas de Kurt Cobain», después leí el artículo y me di cuenta del sentido estético que llegan a marcar diferentes iconos de cualquier disciplina para las pasarelas. La moda viene y va y se han rescatado elementos que quizá por la temporada, la corriente, a nosotros nos parezcan poco atractivos e imprescindibles, sin embargo son traídos a la contemporaneidad para darnos un soplo de anhelo y nostalgia por los ídolos que constituyeron un importante ayer.
En este caso, Saint Laurent y Acne Studios rescatan unas gafas, vistas en varios conciertos, fotografías de pósters, de portadas de revistas y lo convierten en la «pieza fetiche» de la temporada. Y aquí también es interesante saber el momento en que un objeto, un accesorio o hasta un color se establece como un deseo, una tendencia que todos deben portar; en el que el papel de la mercadotecnia, del diseño editorial hace de las suyas y nos hace necesitar dicho objeto.
«Al principio, veía esas fotos como material descartable, pero ahora las valoro individualmente», cuenta Frohman al hablar del proceso de selección. «No escogería ninguna de ellas si tuviera que colgarla en la pared de mi casa, pero no dejan de ser retratos geniales y creo que son muy elocuentes» Jesse Frohman en Vice
La historia de las gafas va a 1993, cuando el fotógrafo Jesse Frohman estuvo con Kurt Cobain horas antes del mítico concierto en Roseland Ballroom, Nueva York, un hito musical que cambiaría para siempre la historia del grunge, no solo porque aquella fuera una especie de antología sentimental de Nirvana, sino porque apenas 8 meses más tarde el cantante se quitaría la vida.
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El artista tenía pactada una sesión de fotos horas antes de aquel concierto y la cita, que terminó durando apenas media hora, sirvió para firmar la que quizá es la serie más representativa para Cobain: vestido con un abrigo de leopardo, vaqueros desgastados, gorro de cazador y unas gafas ovaladas blancas que no se quitaría durante el tiempo que duró el shooting. Aquél look, y sobre todo esas gafas blancas,terminarían por convertirse en la imagen más legendaria de todas las que se tomaron de él. Actualmente se retoma esa imagen y se apropia de las pasarelas de la mano de Hedi Slimane y llevadas al día a día por diferentes iconos de la moda y la música.
Ahora bien, si se hiciera un análisis tendencial sobre el hecho de que algún accesorio o corriente se establezca como la novedad, «lo que se debe portar» no llegaríamos más sino a la conclusión de que la moda viene y va, evoluciona, sí, pero rescata siempre aquellos tesoros y estilos que marcaron una generación interesante y un cambio en la forma de vestir y portar.
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