Hace unos días, me tope con un artículo en «El País Semanal» que me encantó: Frenesí a la napolitana de María Hervás. Una crónica interesante, que narra con un toque literario el desfile en el que Dolce y Gabbana tomó a Nápoles durante cuatro días como escenario de lujo barroco para presentar a su selecta clientela, las colecciones de alta costura femenina, masculina y de joyería. El estilo de los diseñadores siempre me ha llamado la atención por su arraigo con la cultura y las raíces italianas, por enaltecer su pasión por los rincones y tradiciones que embellecen cada ciudad de uno de los países pioneros en la cultura occidental y por la vinculación a través del vestuario con colores, personas y elementos que nos acercan un poco a una civilización mediterránea llena de belleza e historia.
En fin, recomiendo mucho la lectura de dicha crónica ya que en cada párrafo podemos construir un evento de cuatro días, que fue nombrado: alte artigianalità (alta artesanía), y que como resultado logra ser una agenda de ensueño, en la que a cada desfile le acompañan las fiestas más elegantes, fashionistas y extravagantes.
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Creo que es muy importante esa comunión que como investigadores de moda podemos hacer. Recuperar las fotografías, los textos, aquellas citas que alguna vez se quedaron al pie de página de una revista o guardadas como marcador; volver mundano y terrenal la alta costura, mirémonos como realmente somos y elijamos nosotras lo que queremos proyectar, no tanto la tendencia o lo que «este de moda» sino lo que realmente nos hace soñar, vernos ahí y sentir ese vestido como nuestra propia composición, en la que han participado varias manos e ideas y que sin embargo nos hace caminar como parte de un imperio y un frenesí personal imparable. Encontré quién fuera mi cómplice para la elaboración del vestido, recuperé algunas ideas, telas, cortes y texturas y ahora está en proceso. Ya compartiré el resultado, pero mientras sigamos disfrutando de estos textos, de esas maravillosas fotografías y de esos fastuosos desfiles que de una u otra manera se establecen en el cotidiano.
Imágenes vía: El País Semanal
