El cine y la moda, una eterna relación en la que sobresalen los estilos, figuras e ideologías que influyen en la concepción del gusto por vestir y que al mismo tiempo dota de identidad a quienes portan prendas como sus más célebres ídolos cinematográficos. Las películas más significativas en la moda ponen en el mapa a hombres y mujeres que sin duda son personajes de culto y de inspiración no sólo para el diseño de su vestuario, sino para la compostura de un estilo de vida y de la personalidad de quien lo porte. Algo que me mantiene siempre sorprendida es la construcción de los personajes, esa estructura psicológica y demográfica que explica a través de su composición la manera en la que se proyectará dentro de un filme al grado de llegar a alcanzar influencia en quienes se identifican con cada uno de ellos.
Lo reitero de esta manera porque justo hace un par de días me puse a pensar en estilos formales que no se vean tan anticuados o como muchas veces lo decimos «de señora», y que de cierta manera también compaginen con mi estilo y mi edad. Recordé entonces aquellos personajes que dejaron de lado la formalidad y la convirtieron en un estilo que hoy en día es un emblema e influencia para muchos. Y así, ¿Quién no puede recordar a Annie Hall? Aquella independiente mujer que conforma junto con Woody Allen una de las parejas más revolucionarias del cine, en la que nos demuestra que las relaciones en las películas (y la vida real) no siempre suelen ser llenas de momentos felices.
Annie Hall es una de las más célebres películas de Woody Allen, por ella ganó el Óscar a mejor película, mejor director, mejor guión original en 1978 y el cual además de hacer de un filme todo un acontecimiento sobre las películas de amor y la construcción de una gran historia, fue traducido al español por José Luis Guarner, publicado por Tusquets en 1981 y reeditado posteriormente. La película se trata de una comedia romántica acerca de la relación sentimental que un comediante neurótico neoyorquino, Alvy Singer (Allen) mantiene con Annie Hall (Diane Keaton) quien es tan neurótica como él. Comienza con su primer encuentro y nos cuenta la historia de su relación afectiva a lo largo de los años, a modo de documento sobre el amor en los años 70, si, ambientada en esa época, ya que una de las características más aclamadas de la crítica es el poder situarnos en el ambiente y situación que se vivía en aquellos años, con escenas como una librería, una tienda de discos, las calles de Nueva York y hasta los consultorios de sus respectivos psicólogos.
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El personaje central en esta entrada es pues, Annie Hall. La personalidad que Diane logró hacer para ella, hizo que no se necesitará una diseñadora que creara un vestuario para la película, ya que ella misma llevó su ropa y realizó bocetos que Allen jamás le negó. Personalmente, el vestuario me encanta, se sale de lo típico, crea combinaciones insospechables y lleva como estandarte el tomboy style. Corbatas, maxi bolsos, gafas redondas, sombreros de ala ancha, pantalones tipo sastre pero a la vez acampanados y en algunas ocasiones a la cintura, camisas de cuadros, blancas o simplemente de corte casual a rayas, Annie Hall es un icono para la pantalla y para el vestir elegante, casual y con estilo propio digno de experimentar.
Imita el estilo de este gran personaje:
Imágenes vía Pinterest
