Viajando un poco por la historia de la fotografía, hay varios nombres sobresalientes, influencias de las nuevas editoriales y de los talentosos fotógrafos que nos dejan ver más allá de un atuendo. Muchas son las técnicas, los movimientos y las especialidades derivadas de un estudio, pero sin duda el estilo y la originalidad de hacer una foto algo único, es la esencia del momento, de lo vivido por una época y de una forma de pesar que en ocasiones, puede verse fuera de este mundo. Y, ¿por qué fuera de él? Nos pasa a menudo, si vamos a una exposición u hojeamos una revista, nos encontramos con poses extrañas, lugares míticos y colores extravagantes dependiendo de su autor, y si ahora son tema de controversia y vanguardia, en el siglo pasado eran un hito cultural muy famoso por la innovación que cada una conllevaba. Un ejemplo clarísimo y que además de poseer características originales, llamativas y sobre todo polémicas, son las fotografías de Helmut Newton.
Helmut Newton fue conocido por su atrevimiento de realizar imágenes que eran consideradas sumamente sexuales y transgresoras, en las que la belleza de la mujer era fotografiada al natural y en la que se capturaban colores y formas que brotaban de una química especial que tenía con la cámara. Conocido como el creador del «porno chic« fue el máximo representante del voyerismo en la fotografía, ya que se enfocaba en encontrar ángulos que se «permitieran» ver la casualidad de la sensualidad de una modelo y la espontaneidad de un virtuoso de la lente.
Nacido en los años 20 en un barrio berlinés, Helmut se encargó durante muchos años de administrar una fábrica de hebillas y botones, la cual sirvió para apoyar económicamente a su familia y para adentrarlo, en cierta medida, al mundo de la moda. Comenzó a trabajar como aprendiz de fotografía de moda pero por diferentes obligaciones la dejó para dedicarse a su deber como patriota en la armada australiana, exiliado tiempo después a Singapur en donde llego sólo con dos cámaras fotográficas, allá trabajó como fotógrafo para un periódico pero su particular estilo puso en jaque su lugar, ya que no todas las personas se sentían cómodas con los resultados.
Al regresar a Australia, específicamente a Melbourne abrió un estudio fotográfico en el cual conoció a la que en próximos años sería su esposa, June Newton, la cual fue la motivadora e insistente aficionada que lo empujó a mostrar su potencial como fotógrafo de moda, apoyándolo a enviarlas a revistas como Vogue o Elle, lo que le valió un contrato y diferentes propuestas independientes por parte de diseñadores como Louboutin y Yves Saint Laurent. Así como su mudanza a París, donde al establecerse, se anexo a las filas de Vogue, la misma Diane Vreeland, al conocer su trabajo, le solicita un shooting para Vogue USA, lo que le vale el respeto, admiración y fama para ser reconocido e invitado a publicar en Vogue UK su primera serie de fotografías a maniquíes. Su primer White Women, se caracterizaba por las increíbles fotografías de prostitutas que mostraban su lado original, el ser mujer.
Satisfactory lovemaking is essential to lead a healthy lifestyle, which results in conditions of depression, cheapest price for tadalafil stress, insomnia, unhealthy diet and psychological problems. Prescription drugs online are a real good solution for women to allow them to buy the medication online is ideal choice, but an individual should have a minimum of 8 million per millimeter of semen with motility. levitra tablet Similarly, the parents will often feel viagra order online the pangs of guilt due to the anger that they feel towards the other party. Apart from enhancing the size of penis, the pill helps improve the overall sexual performance in men. tadalafil generic uk 
Al principio su trabajo puede ser un tanto difícil de digerir y hasta por momentos tedioso de observar para no caer en el morbo, la exhibición del cuerpo desnudo de las mujeres, la surrealista composición (una iluminación provocativa y que evoca a un tema en específico, elementos fetiches como ligueros, sillas de montar, tacones, medias, bastones, etc.), el tratamiento erótico que combinado con un buen diseño de producción logran hacer escenas «pornográficas» pero elegantes, que eleva su estatus y valor como fotografías dignas de una editorial, glamourosas y llenas de gran riqueza narrativa perteneciente al gran acervo cultural de la moda.
Nombrado en el 89 Caballero de la orden de las Artes y las Letras, la foto perfecta de Newton es esa surrealista, provocadora, erótica y enigmática que pueda transmitir fuerza, personalidad y belleza, apoyándose en la luminosidad escénica, una espléndida composición y una mujer que proyecte ser dueña de sus emociones, de su propio erotismo, para lograr transmitir seguridad, fuerza y lo más importante, la originalidad en su obra.
Para conocer más de su vida y obra, se puede acceder a un documental basado en él, llamado «Helmut Newton: My Life».
Imágenes vía
