Hace algunos meses vivimos, como cada 4 años, el Mundial de fútbol y, nuestros queridos novios, y algunas de nosotras estuvimos embobados con la televisión al menos una vez al día durante un mes. Gran acontecimiento.
En el mundo de la moda, tenemos la fortuna de poder embobarnos con las pantallas, al menos dos veces al año, en el más grande evento esperado por todos: las Semanas de la Moda. Afortunada o desafortunadamente, yo me dedico a ver las colecciones de cada día desde mi cama, en la laptop y ataviada con mi más elegante pijama (que en realidad es una bella improvisación ecléctica de playeras viejas de conciertos y shorts).
Sin embargo, hay un selecto grupo de personas que planea su participación en los desfiles desde meses antes, con viajes y outfits preparados específicamente para salir y sentarse en la front row de cada pasarela.
Y es ahí cuando llegamos el meollo del asunto. No me nieguen que nunca ha pasado por su cabeza ser una de las privilegiadas, sentadas hasta adelante, junto a Rihanna y Emma Watson el el desfile de Chanel ¿Cómo es que alguien llega a poder sentarse ahí, y más si no sabemos ni quién es?
Los desfiles de moda están cuidadosamente planeados por las marcas, agencias de marketing y, sobre todo, agencias de relaciones públicas que les ayudan. El objetivo de un desfile es: VENDER. Aunque últimamente pareciera que se hacen por el placer del espectáculo, todo eso siempre será un arma para la promoción. Y la gente que se sienta en la primera fila, también lo es. Estos son los principales grupos de personas que verás sentados en un front row:
1. Las celebridades
El más obvio grupo de todos, la ya mencionada Rihanna, Jennifer Lawrence y cualquier artista de moda. La semana de la moda pasada, vimos por todos lados a la galardonada Lupita Nyong´o, y esta temporada ha desaparecido de los front row. Ahora tenemos a Nicki Minaj. Todo esto no es casualidad, a las celebridades se les paga por ir a los desfiles (y yo aquí, sufriendo). Y obviamente se le paga más a la que esté de moda y que, por lo tanto, va a atraer más fotógrafos.
Un par de horas después de terminado el desfile, abrirás Facebook, en tu feed aparece “Nicki Minaj en el desfile de Alexander Wang” y todo es un truco publicitario para que corramos a ver el desfile del mencionado diseñador. Adicionado a un regalo en especie de ropa de la marca, lo usa en su aparición en el desfile, y todos morimos por tener lo que trae puesto.
2. Las bloggers
Este extraño grupo está siempre presente en TODOS LADOS. Son los más preocupados por salir en las secciones de street style y planean toda su vida alrededor de este momento. Los bloggers puede llegar a ser realmente populares, y las marcas los quieren en sus desfiles instagrameando y tuiteando todo lo que pasa al segundo (para que necesitan un community manager si pueden recibir promoción gratuita); si tienes 2.7 millones de seguidores en Instagram, como Chiara Ferragni, ten por seguro que estarás posteando todo desde la primera fila de Calvin Klein.
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Y aunque son tan populares, un blogger nunca lo será tanto como para que le paguen por ir; aunque sí les regalan o les prestan ropa.
3. Los editores
Anna Wintour es y será, hasta el día de su muerte, la estrella del front row. Imagínense ser un diseñador, que Anna vea tu trabajo en un desfile y decida ponerlo en la próxima portada de Vogue. El sueño. Así pasa con muchos editores, unos más importantes que otros, que son invitados a ver todas las colecciones, con la esperanza de que seleccionen algo para sus revistas (prestado, por supuesto). Pero no se trata solo de tener una foto bonita de tu vestido sobre Karlie Kloss, tener presencia en un medio de comunicación significa ventas.
4. Los compradores
Ellos son los que nunca salen en las fotografías de Tommy Ton, pero son los invitados más importantes. Como ya había mencionado, el propósito de las pasarelas es vender y ellos, bueno, como su nombre lo dice, compran. Son los que se dedican a seleccionar los productos que formarán parte de los pasillos de Collette, Saks Fifth Avenue y Neiman Marcus, lo que se traduce en ventas directas para las marcas y diseñadores.
Estar en primera fila significa que eres un parte importante para que la marca venda su ropa, por lo que no sólo se recibe toda la atención, también bolsas de regalos y espacio para estirar las piernas.
