Uno de mis pasatiempos favoritos sin duda, es leer, aunado a dicho placer, crear escenarios y posibles métodos para difundir esta pasión a mis amigos, conocidos y ahora desconocidos lectores, esto lo veo como una estrategia para fomentar o recomendar la lectura a aquellos que estén interesados en unirse al gran universo de letras que existe y porque, muchos no sabemos a veces ni por dónde empezar. Géneros e historias que atrapan a cualquiera existen, desde las novelas, las biografías históricas, los cuentos, la literatura erótica, los poemas hasta los libros de arte, la novela gráfica, de fotografía, cómic y moda, creo que si todos comenzáramos a aprovechar el auge de las redes sociales y del placer de compartir podríamos generar una comunidad virtual de recomendaciones a través de una imagen o hasta un video que nosotros mismos hacemos.
La literatura es una disciplina hasta cierto punto complicada ya que se ha estereotipado, castigado y esquematizado en que sólo puede ser para un sector intelectual o que sea especializado en las ciencias sociales y/o las letras. Como todos, podemos encuadrar a ciertas personas por su desempeño o predilección literaria con formas de ser y expresar, por ejemplo, si es poeta será un enamorado empedernido que siempre esté buscando el lado romántico o un poeta maldito que escribir se vuelve su lucha personal en el que saben que siempre que más allá de la hoja, en la vida misma, no existe un punto final que termine con los sufrimientos más que la propia muerte.
Así, también se puede categorizar a las feministas (y en algunas casos no llegar a serlo), aquellas mujeres que tenemos predilección por la literatura femenina o las obras que relaten la vida de una mujer en particular; el estandarte más grande, Simone de Beauvoir, quien investigó acerca de la situación de las mujeres o a Rosario Castellanos que se adentran en cualquiera a través de sus poemas, de sus ensayos y de sus relatos mágicos con lugares de ensueño. Lecturas de vidas, épocas como la de Madame Bovary por Gustav Flaubert, Antes de conocernos de Julian Barnes o Las mujeres que leen son peligrosas de Stefan Bailman son algunos de esos relatos que nos permiten conocer más de cerca la postura de la mujer antes, después o en su contemporaneidad.
O algo más atrevido como Anaïs Nin, primera en escribir erotismo para mujeres. Su literatura erótica inició de la mano de Henry Miller, con quien tuvo una relación durante algunos años y que, a pesar de su separación, nunca terminó gracias a su correspondencia, de este mismo género figuras como la misma Simone de Beauvoir con Jean Paul Sartre o Frida Kahlo con Diego Rivera, documentan en grandes volúmenes su amor de pareja y por las letras.
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Este collage es un conjunto de imágenes que usuarias en instagram realizaron para compartir la lectura de Anaïs Nin
A todo esto, no sólo podría recomendar autores, porque sino sería un artículo bastante extenso, pero si por algo me interesé por comenzar es para dar pie e invitar a que todos por mínimo que sea, escribamos, leamos y compartamos esas historias, esas frases y/o fragmentos que nos sacan una sonrisa, una lágrima o hasta un enojo a través justo de crear nuestras propias composiciones. Como capricho mio quizá pero aprovechemos estos espacios de encuentro en los que podemos sacar a relucir nuestros gustos en los que por azares encontramos a personas con quien disfrutarlos y enriquecernos.
Excelente post, todas las imágenes me inspiraron para abrir ya un libro, gracias!!!