Ante muchas de las expresiones artísticas contemporáneas, una de las más finas y refinadas es la joyería. Históricamente ha dejado una huella importante en las visiones y capítulos de la moda, esto debido a su alto impacto en la forma de apreciarse, de esconder un diseño pensado e idealizado para una persona en particular y por los altos costes que genera su hechura, haciéndolas un diseño de artista que conlleva un amplio campo de conocimientos, inspiración y belleza. La joyería a simple vista denota una impresión llena de lujo, en la que los diamantes o las piedras preciosas resaltan a la vista deleitándonos por su sublimidad, por la delicadeza y belleza de su estética que no se queda en formas y colores, sino que se desarrollan desde una idea hasta el porte de llevarlas.
Mucho misticismo es el que nos provoca saber qué es lo que encierra una pieza de joyería. ¿Por qué en ocasiones llega a costar tanto? ¿Por qué se vuelven piezas icónicas dignas de convertirse en una obra de arte? Básicamente, porque crean mundos de ensueño, despertando emociones llenas de detalles que conjugan lo mejor y lo más deseado de cada persona, por eso lo asociamos como un presente valioso y significativo así como, no dejando de lado la idea de que los grandes artistas detrás de la obra, son grandes creadores que han dejado volar su imaginación en función a sus musas, a esa historias que nos visten dependiendo del día.
Es así como dichas piezas se convierten en una extensión de nuestra vestimenta, de lo que somos y queremos comunicar. Claramente lo podemos hacer notar con nuestra predilección hacía algún accesorio en particular y de cómo lo atesoramos, de qué manera convertimos la joyería en un museo personal, ya que siempre se encontrarán cerca de quien lo porta, permitiendo estar en contacto con ellas, con nuestros gustos, nuestra historia y manteniéndolos como parte de la cultura colectiva, la que hereda de generación a generación, encerrando memorias y legados que se preservarán a lo largo de una línea de arte, diseño y moda, ya que como sabemos un joyero se transforma en escultor, en un artista dispuesto a imponer en su obra la inspiración de profundos sentimientos que cree que podrán representar a quien vaya dirigido utilizando las mejores técnicas de arte decorativo.
Y dicha ésta reflexión, una de las exposiciones más grandes y de los mejores legados en la cultura joyera es la que ha aportado Cartier. La cual, desde 1983 ha ido reuniendo joyas, relojes y otros valiosos objetos, conservando obras que han sido utilizadas por la realeza e iconos del cine y la moda; Louis-François Cartier es el artista detrás del lujo, la elegancia y la perfecta arquitectura joyera, su visión refinada de inspiración antigua y clásica llamó la atención de figuras como la Princesa Matilde, prima del emperador Napoleón III, la emperatriz Eugenia de Montijo, Wallis Simpson, Elizabeth Taylor, Coco Channel, Grace Kelly… Así como la inclusión de varios diseñadores que se integraron al equipo de Cartier; el pasado domingo terminó la muestra «El Arte de Cartier» en el Museo Thyssen – Bornemisza de Madrid, un verdadero deleite de brillo y diseño, ya que como han explicado sus curadores, las piezas destacan de la oscuridad, resaltan la belleza y muestran a través de 413 piezas que datan desde los años sesenta, el testimonio tangible de la opulencia y riqueza de la cultura joyera.
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Enfatizando, que en una de las salas se muestra el espléndido tesoro de María Félix, las espectaculares joyas que fueron diseñadas exclusivamente para ella y las cuales se integran a ésta gran colección debido a la donación que hizo años antes de morir. La serpiente, los saurios y un cinturón con centenarios son algunas de las piezas que adornaron el cuello y las muñecas de la actriz mexicana. La más destacada, es la diseñada entre los años cincuenta y setenta, una creación elaborada entre ella y Cartier que terminó estructurando el fastuoso collar Serpiente con aretes a juego, así como el collar Cocodrilo poniendo en alto el nombre de la joyería y siendo La Doña un estandarte en el arte joyero.
La exposición puede ser consultada a través del sitio diseñado por el Museo en: EL ARTE DE CARTIER un verdadero goce de brillo y diseño.
Imágenes vía Museo Thyssen – Bornemisza, Vogue, 1, 2, 3
