La fotografía de moda es el arte de conservar y preservar temporadas y el trabajo de diseñadores a través de una imagen. Las modelos, técnicas, colores y forma hacen que el trabajo de cada fotógrafo se destaque, elevando sus visiones y un estilo característico. La fotografía de moda es un pilar importantísimo en la industria, dota de significados y signos a las revistas, las pasarelas e incluso son la clave para el éxito o el fracaso de una línea. Explorando un poco en la historia de la fotografía siempre surgen interrogantes sobre la forma en la que llegaron a ser creadas muchas tendencias, líneas marcadas entre un diseñador y otro para poder perdurar en la forma de verla y es por ello que nombres siempre saldrán a la vista de lo mejor en el arte. Uno de esos nombres que definitivamente marcaron una pauta importante en la fotografía de moda fue Deborah Turbeville, una mujer que impactó a todos por su manera de capturar «Imágenes fashion«, pionera en la utilización del desenfoque y el grano, siempre se distinguió por darle un toque único a sus creaciones, poniendo siempre de manifiesto su creatividad y su educación por el buen arte.
Editora de moda en Harper Bazar, como fotógrafa de moda es la antítesis de muchos de los más importantes fotógrafos de la época, ya que muchos corrían con una técnica similar, mientras que Deborah trataba de justificar el hecho de que sus figuras aparecieran como adivinanzas en un discurso claramente narrativo, un mensaje mucho más complejo y visceral… Es una fotografía curiosa, que en algunos casos y algunas personas podría parecerles desagradable, un tanto oscuro o quizá sucio o desaliñado, «cuerpos embriagados y desprovistos del juicio de la lógica se entregan vacíos al objetivo de Turbeville». Fueron muchas de las descripciones que se le daban en la época. Hasta que por su espléndido talento y forma de capturar a la moda se fue dando a conocer en la industria, causando conmoción y polémica, como uno de los casos más famosos en Vogue, en donde llevó a modelos en bikini a una fábrica de cemento, ¿El resultado? «son las imágenes más revolucionarias de nuestra época».
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A veces llegamos a pensar que en la fotografía de moda quienes sentaron las bases se quedaron en lo que hicieron, no revolucionaron más o no hicieron un cambio de perspectiva sobre lo que querían comunicar, pero, muy al contrario de eso, Deborah sigue presente y lo hace de una maravillosa manera como la colección de fotografías para la colección de primavera del año pasado de Valentino, en la que aún se sigue viendo su desenfoque y la influencia de las texturas granuladas. Además de la web en línea, si quieren ver más trabajo de la artista, se publicó un libro llamado «Deborah Turbeville: Las imágenes de la moda»
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