Dechado

Dechado. sm. Ejemplar, regla a que se atiende para imitar cualquier cosa que se quiere salga parecida o semejante a lo que se tiene presente: como el bordador que se guía por las labores que ve formadas, el niño que observa la muestra para sacar buena la letra, &.c. Viene del latín Dictata, orum, que significa esto mismo.
– Diccionario de Autoridades. Tomo III. Madrid: Real Academia Española, 1732

Hace unos meses visité una exposición llamada «Dechado de virtudes: Historias de labores femeninas. Siglos XVII – XX» en el Museo Amparo en Puebla y la cual contiene piezas que datan de las épocas del virreinato hasta entrando al siglo XX. Lo primero que me llamó la atención es que era una muestra dedicada a las labores femeninas que se aprendieron y practicaron en diversos contextos, ya sea porque se impartía como clase obligatoria en los colegios y los conventos o se hacía como actividad de ocio en el hogar, siendo los dechados los protagonistas, ya que se convertían en reflejos de las tendencias en la educación femenina; por lo que las piezas expuestas fueron usadas a manera de muestrarios de costura, ya que sirvieron a sus dueñas como un ejercicio propicio de las «virtudes femeninas» y como ejemplo de trabajo y perfección.

Los dechados fueron una práctica común alrededor del mundo, aunque señalan a Europa Occidental como la cuna de esta tradición. En el caso de México los ejemplares más antiguos que se conocen fueron realizados durante el segundo tercio del siglo XVIII, sin embargo de esta época sobreviven pocas obras. En general, son un lienzo de formato rectangular en las que niñas y mujeres plasmaron el resultado del tiempo que dedicaron a aprender y a dominar el trabajo con el hilo y la aguja. Y justo hace unos días quería escribir sobre la exposición, la práctica y su influencia en la actualidad a través de diferentes aplicaciones de bordados en nuevos diseños por la cercanía y empatía que me causa la práctica.

Dechado historia de moda y tradición

Dechado historia de moda y tradición

Dechado historia de moda y tradición

Dechado historia de moda y tradición
Estas son algunas muestras de los dechados expuestos, en todas se notan los diferentes puntos, las prácticas error – acierto, en su tiempo no eran consideradas como obras de arte, sino como un lienzo de expresión en el que se impregnaban gustos, aficiones y lo que cada mujer podía hacer con el bordado.

 

How Lovegra solves FSD? After oral consumption of this medicine, have added more valuable aspects viagra sale in treating erection problem. Yes, Ayurveda associated with the help of yogic exercises and breathing exercises can bring back emotional well amerikabulteni.com cheap viagra without prescription being and proper mental acuity. Levine’s method of raising thyroid metabolism differs from most endocrinologists or internists who gauge metabolism just from a TSH and T4 perspective. http://amerikabulteni.com/2014/11/02/100-yil-sonra-hala-birinci-dunya-savasinin-borclarini-oduyorlar/ best prices cialis Unlike the other sport styled forms of martial arts, this adaptation by Ed Parker is geared towards self defense and tadalafil generic canada is more of a war art.

Dechado historia de moda y tradición
Este dechado fue elaborado por una niña de 6 años, es uno de los más impresionantes por la técnica, la perfección y la forma de ver la vida a su corta edad.

Cuando era muy niña, quizá unos 5 o 6 años, mi hermana y yo visitábamos a mi bisabuela y eran las mejores horas de «juego» al día. Nos sentaba a su lado, sacaba su costurero, nos daba un pedazo de tela, un aro de madera y una aguja grande para no picarnos o perderla en el camino. Nos enseñó puntadas básicas, la de cruz y quizá una o dos más largas de las cuales no recuerdo el nombre, nos hacía escoger los hilos y «calcar» el dibujo que previamente habíamos realizado para el bordado, después nos poníamos a coser mientras de fondo ponía el fonógrafo y nos platicaba sobre la importancia de estas prácticas en las mujeres. Ese recuerdo lo tengo tan vivo que en cuanto vi hace unos meses «Sesiones de bordado» no dudé en acercarme. Tenía años sin tocar un aro, las agujas y estar en ese ambiente que se provoca mientras bordas, encontré un peculiar grupo, llamado Todehues, con el que colaboré en un par de obras y que después se formó una complicidad interesante de amistad, proyectos y trabajo, pero en particular apareció un taller más de bordado contemporáneo y cuál iba a ser mi sorpresa que el resultado final es hacer un dechado, lo que de inmediato me conecta con mi pasado, con esas prácticas que con cariño resguardo y ahora comparto.

Dechado historia de moda y tradición
Estas son algunas muestras que encontré de mi bisabuela, generalmente las hacía en pequeño y después las pasaba a los grandes.

 

Dechado historia de moda y tradición
Comencé hace una semana con el experimento y la meta de crear mi propio dechado, han sido horas de aprendizaje, recuerdos, convivencia con mujeres más chicas que yo, de la edad, señoras, artistas, conocidos y desconocidos, pero que al final me han hecho regresar a la infancia y al recuerdo de mi bisabuela bordando a mi lado.

Creo que todos debemos explorar un poco en nuestros recuerdos para saber de qué forma permean y están presentes en nuestros gustos, estilo y forma de vida, qué podemos retomar, transformar y practicar para crear mucho más de lo que ya hacemos. Recomiendo mucho este tipo de prácticas, que se pasen de generación en generación y que puedan ser aprendidas antes de que desaparezcan, también que no se tenga la idea cuadrada de que sólo tiene que ser de un estilo en particular, sino tener siempre presente que se puede ser parte de un todo y de cualquier locura creativa que se les ocurra. Ahora si ¡a bordar!

Dechado historia de moda y tradición
Hay muchos ejemplos de los bordados que grandes y maravillosos diseñadores adaptan a sus creaciones, en especial y para esta entrada me encanta esta aplicación de Alexia Ulibarri, por su femineidad, color, forma y el trabajo que implica ponerlo en nuevas telas.
Imágenes: archivo e instagram