Un acervo histórico es un conjunto de obras, documentos y archivos de gran valor que son resguardados en una institución para conservarlos, difundirlos y promoverlos entre las personas que estén interesadas en conocer un poco más acerca de un tema en especial. Es por ello que en bibliotecas, escuelas, cinetecas, etc. guardan trabajos de diferentes artistas e intelectuales que nutren con sus conocimientos el quehacer diario de nuestra curiosidad y cultura. En este caso, otra de las grandes marcas que resguardan sus más preciados diseños y creaciones en un museo es, Gucci, quien además de constituir una gran exposición de sus mejores creaciones establece dicho recinto en el corazón del arte, la ciudad de Florencia.

Todo comienza cuando en 1921, Guccio Gucci, creador, abre una empresa de artículos de viaje; aunque su visión de la marca siempre estuvo inspirada en Londres, la estética de la nobleza inglesa, su porte y elegancia, Guccio siempre quiso impactar en Italia, combinar con la artesanía toscana, como la construcción de la piel, la belleza de los colores, el trabajo creativo de sus habitantes y el aire italiano en cuestión de moda. Así que al tomar la decisión de establecer un taller en Italia, Gucci ganó éxito y publicidad, ya que todos los turistas que pasaban por Florencia quedaban impregnados de la belleza y distinción de viajar con artículos de materiales y diseño de calidad, teniendo que ampliar la oferta de maletines y portafolios de viaje a bolsos, baúles, guantes zapatos y cinturones. Por la cronología de la historia, creo que es curioso ver la línea de cambios que ha tenido el estilo de Gucci, ya que la inspiración ecuestre se encuentra en todos éstos artículos, motivando a Gucci a desarrollar su singular icono Horsebit, símbolo perdurable de la casa.

el tesoro gucci en florencia

Retomando un poco la historia de Ferragamo de mi anterior artículo, Gucci se encontró con algunas limitantes durante la dictadura fascista en Italia, por lo que todos los diseñadores y artesanos se vieron en la necesidad de innovar y buscar materiales de lujo atípicos, ya que la crisis, la recesión y un sinnúmero de incidentes los obligaron, pero no haciendo de menos su estilo ya que Gucci, a través del cáñamo, el lino y el yute creó el bolso Bamboo Bag, curioso y bello, la inspiración salió de una silla de montar, un diseño ingenioso y propositivo ya que su argumento se centraba en «ser una creación nacida de la invención», convirtiendo al bambú en uno de los productos representativos de Gucci hasta la actualidad.

Del tema ecuestre, curiosamente surgieron los colores distintivos de Gucci (rojo y verde) pasando a ser otro elemento clave en el reconocimiento de la marca a nivel mundial y permitiendo que con su éxito pudieran abrirse tiendas en Milán y Nueva York, haciendo de Gucci una marca de lujo. Cuando Guccio Gucci fallece en 1953, su legado es tomado por sus hijos, quienes en búsqueda de continuar con el título y el posicionamiento de la marca, desarrollaron una gran impresión en artistas y figuras como Jackie Kennedy, Elizabeth Taylor y Grace Kelly quien como una petición especial a Gucci, se crea el famoso «fular» de seda estampada Flora.  Fue una década interesante y de gran éxito para la casa ya que en ella se adopta el logotipo de la doble g, así como la expansión de sus tiendas a lo largo del mundo.

Adentrándonos entonces a la instauración de la marca, a mediados de la década del 2000 Frida Giannini, fue nombrada directora creativa. Una mujer imponente, inteligente y audaz que ha sabido llevar las riendas de la casa, combinando las bases del diseño Gucci, con las nuevas colecciones y las próximas tendencias. Decidiendo que para conmemorar los 90 años del nacimiento de la marca, en septiembre de 2011 se abra en Florencia el Museo Gucci. En un emblemático edificio en la Piazza Signoria, se resguardan tesoros como los primeros bolsos, los vestidos utilizados por artistas en galas y alfombras rojas, artículos derivados del deporte y viajes, un auto diseñado especial para Gucci, una área en la que se puede apreciar quiénes han sido parte de la historia de la creación de Gucci. Cuando se comienza el recorrido inmediatamente eres parte del mundo Gucci en el que el elegante recibidor alberga tarjeteros para guardar lo que te vayan ofreciendo en tu trayecto, comenzando con una exposición permanente de importancia cultural con elementos extraídos del archivo histórico de Gucci, que se ha conservado y ampliado a lo largo de los años.

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Definitivamente un  museo ideal en Florencia, en el que al estar rodeado de tanta cultura y otras instituciones lo hacen un emblema, ya que además el Museo Gucci se complementa con una librería (especializada en arte, cultura y moda), cafetería y tienda convirtiéndose en un punto clave en la Industria de la Moda.

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Imagenes vía: Gucci , Vogue