«Mi objeto no ha sido nunca grabar mis sueños, sino realizarlos» Man Ray
Es bien sabido que la fotografía artística va de la mano con la moda. Las editoriales apuestan totalmente su trabajo en tener a los mejores fotógrafos, aquellos que capturan la belleza de las prendas y las modelos, haciéndolos partícipes de su realidad. Los fotógrafos de moda despiertan pasiones, emociones y sentimientos que son transmitidos a través de una imagen y en donde su buen ojo junto a un director de arte, logra escenas atesorables para los aficionados a la moda y la fotografía. Entre esto, una de las corrientes más famosas y pioneras en este arte es el surrealismo, el cual nació a mediados de los años veinte apoderándose de imagenes, pinturas, artistas, filmes y fotografías que buscaban proyectar a través de su trabajo la «locura», sueños, expectativas y percepciones de su muy a veces, mundo paralelo, y el cual derivó de otro movimiento cultural llamado dadaísmo, basado en la rebelión en contra de las convenciones literarias y artísticas y que especialmente se burlaba de los artistas burgueses y su arte; de esta manera se lograron innovadoras propuestas artísticas que marcaron una parte en la creatividad y la forma de trabajo para muchos campos, entre ellos el de la moda.
Debido a que siempre debe estar en vanguardia, cada temporada las ediciones literarias tratan de buscar lo que está ocurriendo, de lo que todo el mundo habla y de establecer una pauta entre las masas, por ello siempre encontramos a la modelo del momento, al fotógrafo más prestigioso o a los diseñadores más codiciados, pero yéndonos un poco a la historia y en relación con el surrealismo y la fotografía, una figura imponete y pionero en este arte, fue Man Ray. Estadounidense de nacimiento pero parisino de corazón, es un artista en toda la extensión de la palabra, ya que se desarrolló como grabador, pintor y fotógrafo, impactando con su talento a través de múltiples obras, reconocidas como invaluables y de alto grado de significación.
La fotografía en específico, es considerada como una de las más ingeniosas e innovadoras técnicas de trabajo de las primeras décadas del siglo XX, ya que causó un punto de encuentro entre las técnicas pictóricas surrealistas y una imaginación desbordante muy particular, una visión que supo capturar múltiples momentos y emociones a través de imágenes altamente conceptuales… Visualizando su vida, definitivamente proyecta la línea artística de los años veinte, ya que su punto de inspiración lo encontró en París, junto con otros surrealistas y cubistas como Picasso, Dalí o André Bretón. Su incursión a la fotografía de moda se tenía que dar, comenzando con su relación con la modelo Lee Miller y continuando con sus clásicas y ya conocidas fotografías de labios rojos o de lágrimas de cocodrilo de vidrio, las cuales llamaron la atención de grandes editoriales como Vogue, Vanity Fair y Harper’s Bazaar.
Imaginarse el momento de acudir al estudio de Man Ray ubicado en la esquina de la librería Shakespeare and Company con visitas de escritores como Gertrude Stein, Ernest Hemingway y James Joyce es simplemente un «delirio surrealista» pero cierto, por ello Man Ray comenzó a consolidarse como EL fotógrafo del momento y por esa razón, el más codiciado ente las modelos y las grandes figuras de la época. El modisto Paul Poiret, considerado «el rey de la moda» por haber revolucionado el uso del corsé contrató a Man Ray para fotografiar a sus modelos... El resto, como se dice «es historia»… A partir de ese momento la imagen de la moda cambiaría, ya que hizo una excelente fusión con el arte, capturando las colecciones de Coco Chanel y Elsa Schiaparelli y las cuales destacan por el proceso de su elaboración ya que aplicaba la técnica del rebelado con la intervención del efecto «solarizado» que para el momento causaba expectación e inquietud por su excentricidad.
Así como sus fotografías a personas icónicas del mundo del arte y la literatura como Frida Kahlo, Peggy Guggenheim, Virginia Woolf o Nancy Cunard, una escritora, que gustaba de fotografiar por su estilo de llevar muchas pulseras, hecho que a Man Ray le llamaba la atención para jugar con el color y la exposición fotográfica. Un hecho que definitivamente marcó el trabajo de Man Ray en la moda fue la creación de diseños de la mano con la grande Madeleine Vionnet, con Oscar Domínguez y de nueva cuenta con Paul Poiret.
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A la par del arte, una vez más la moda nos demuestra su creatividad, magnitud y su relación con las figuras más importantes, creando obras que trastocan sentimientos, que proyectan algo más… Man Ray, un fotógrafo innovador, excéntrico y polifacético que nos deja explorar en la historia de la moda y la fotografía, simplemente una delicia visual…
