La relación que existe entre el cine y la moda es innegable. Las tendencias y concepciones que se crean en torno de uno y otro van de la mano, impulsan y forman percepciones en la sociedad que sabe y simplifica cómo reconocer a la «nueva estrella del momento», en los pasados Oscares no me impresionó que diferentes figuras sean los representantes de hermosos vestidos como todos los diseñados por Elie Saab, que fueron los que más llamaron mi atención. Ese nexo que se nutre de duplas en las que se apoyan a través de su talento, es una relación que definitivamente perdurará al paso de las décadas y a través de los nuevos tiempos. Muchos diseñadores se «casan» con ciertas figuras para realizar su vestuario por completo, el que usarán en entregas de premios, en apariciones ante la prensa y hasta en situaciones personales; lo interesante, y lo que lleva a ser trascendental para el cine, es que, dichas figuras al tener una predilección por cierto diseñador, piden ya sea a los directores de películas o a los encargados de vestuario, que sean ellos quienes hagan la colección completa, logrando que sus prendas sean vistas en el séptimo arte y que sean inspiración e imitación de muchos.

El cine como medio difusor de prendas, promueve el uso, el conocimiento y la existencia de la moda, de los diseñadores y de su quehacer. Actores y actrices han sido estrellas cinematográficas impuestas como arquetipo, como creadores de moda y estilos; eso sí, sin desestimar la influencia de otros aspectos, como su actuación el rol en el que se están desempeñado. La principal fuente de inspiración para realizar una película es basarse en la realidad, recrear y contar un hecho a través de varios fotogramas que visualizan una parte de este maravilloso arte.

Musas, de una belleza inigualable, cada figura tiene una esencia, una fuerza y una prevalencia en la sociedad. La elegancia e inocencia nata de Audrey Hepburn, la sensualidad y misticismo de Brigitte Bardot, la «masculinidad más feminina» de Katherine Hepburn y que después fue revitalizada por una Annie Hall, interpretada por Diane Keaton, son algunos de esos iconos que aportan con su naturaleza y porte una generación del estereotipo de moda, de generaciones y de cómo deben usarse ciertas prendas para ser lo más parecido a ese personaje. Una dupla que sin duda marca una pauta entre las relaciones director- actor- moda es la encarnada por Godard y Anna Karina.

Anna Karina
Una de las duplas más famosas y emblemáticas del cine Godard y Anna Karina.
Anna Karina
Anna Karina

En lo personal, el cine francés me ha parecido un hito de realidades e influencias en cuanto arte se refiere, en todas las expresiones hemos encontrado su toque instalando concepciones estéticas y bellas a donde quiera que se expanda. En el caso Godard, un cineasta visionario, en el que sus filmes comenzaron a destacarse por el montaje, los cortes en el audio, los poco convencionales cambios de plano, el estilo narrativo, la manera de rodar, el repentino cambio de formatos, y en general por utilizar una técnica distinta que marcó una ruptura con la tradición cinematográfica, realizó un cine revolucionario que con los años pasó de narrar historias que se nutrían con discursos políticos y de crítica cultural, a filmes totalmente políticos, en el que la cautivadora y mágica presencia de Anna Karina ayudó a engrandecer sus propuestas cinematográficas en su mayor etapa de esplendor en los años 60 y 70 en las que solía representar a una especie de femme fatale con un estilo inconfundible y peculiar.

Anna Karina
Fotogramas

“Cuando, aún hoy, gente muy joven me para por la calle y me cuentan que esas películas les han cambiado la vida, me siento la persona más afortunada del mundo”
–  Anna Karina

Anna Karina es una artista polifacética: actriz, guionista, directora, cantante, modelo… Además de con Godard, trabajó para otros grandes del cine, como Fassbinder, Zurlini, Visconti, Bergman, Cukor… Fue el rostro femenino más representativo de la Nouvelle Vague. Mítica, de una gran belleza, captura por completo el alma de sus personajes para transformarlos e interpretarlos de una manera que puedas como espectador, sentirte identificado. Desde sus actuaciones más ligeras hasta lo serio y dramático, Anna Karina engloba ese aire parisino y de película que todos llevamos dentro. Musa por excelencia y tímido estandarte de la moda, se concentra parte de su vida en un libro que fue publicado por uno de sus grandes admiradores, en 189 páginas escritas con pasión y delicadeza, «Anna Karina. La princesa de la Nouvelle Vague» reúne lecturas a través de las cuales nos podemos dejar llevar por su encanto natural y para comprender su trascendencia más allá de las cámaras.

Anna Karina
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«Me gusta pensar que en el origen de este libro hay un enfado. Un arrebato de venganza cinéfila o de justicia
poética, porque… Anna Karina fue el icono femenino de la Nouvelle Vague por excelencia y eso es algo que,
al menos a este lado de los Pirineos, se olvida demasiado a menudo.»
– Philipp Engel

Anna Karina

Con un estilo inconfundible, digno emblema de sutileza, elegancia y moda inspiradora, Anna Karina es considerada la mujer con la que toda mujer ha soñado en parecerse. Un icono cultural que sin duda perdurará en las próximas generaciones cinéfilas – fashionistas

«Une femme est une femme es un musical neo-realista, lo que ya en sí es una contradicción»
–  Godard

Anna Karina
Una mujer es una mujer

Fotograma de la película Une femme est une femme, en donde además de personificar a lo que considero, una mujer contemporánea para la época, es un personaje fuerte, de independencia y relevancia en todos los tiempos. Y claro, sin dejar de admirar el vestuario que fue parte fundamental de su construcción.

Anna Karina
Con Jean Paul Belmondo con quien protagonizó Une femme est une femme.

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