Salvatore Ferragamo, el Zapatero Prodigioso

Quizá uno de los accesorios predilectos y que definitivamente no hay un límite de pares, son los zapatos. A través de colores, tacones, telas o formas, los zapatos se adueñan completamente de un atuendo, lo cambian, lo mejoran y le dan ese estilo personal a quien los porta, a primera vista siempre escogemos los zapatos por su belleza, la estética o la función que llega a cumplir en nuestro armario sin fijarnos que se vuelve casi en una obsesión el ir adquiriendo más y más. Explorando un poco sobre la historia de éste maravilloso invento, comencé a preguntarme ¿Quién puede ser el máximo diseñador de zapatos? ¿El más reconocido? o ¿El más comprado? Y elaboré una lista larga en la que no hay cabida de explicar los grandiosos diseños que cada uno realiza en su inspiración por colocarse entre los predilectos para la sociedad, en esos que atesoran y tratan de llevar en todo momento especial. Pero, enfocándome en uno, relacioné el quehacer de un «zapatero» con un artista… Con una persona que no sólo crea zapatos funcionales o bellos, sino que busca el más allá, aquellos que traen un background lleno de significados y una historia digna de representar.

Ese artista que llena el papel dicho es sin duda, Salvatore Ferragamo. Un italiano más que se apodera de la industria creativa de la moda, el cual desde muy pequeño desarrolló una técnica inigualable para crear zapatos, ya que su primer par lo elaboró para una de sus hermanas para usarlos en el día de su primera comunión, inspirándolo a la idea de que él sería el encargado de revolucionar la forma de calzar. Proveniente de una familia humide, Salvatore decidió emprender un viaje a Estados Unidos en donde tomó fuerza su ideología de que los zapatos deben ser personalizados, pensados en crear una historia para la persona que los porte, así que partiendo de ésta primicia decidió que no podía elaborar zapatos en serie, si no perderían su esencia, así pues la manera en la que comenzó a crear y desarrollar su arte se basó en el uso de materiales naturales y de gran calidad, que sólo serían utilizados por artesanos que le dieran un toque especial a su creación.

Puesta en marcha, la línea de zapatos se fue esparciendo por los Estados Unidos, dando de qué hablar entre las celebridades, que interesadas en portar sólo lo mejor se acercaban a Ferragamo para pedirle que diseñara algo especialmente para cada una.  Comenzó entonces a diseñar y fabricar zapatos para las películas de Hollywood, estudió anatomía humana, ingeniería y matemáticas para poder crear los mejores, aquellos que se amoldaban a la perfección y que además daban un toque de elegancia y modernidad a cada paso de quien los usaba. Ferragamo comienza a causar furor en Hollywood, hecho por el que la prensa lo apoda «el zapatero de las estrellas», Marilyn Monroe y Audrey Hepburn estuvieron entre la lista de las celebridades que llegaron a utilizarlos. Por el éxito obtenido, la gente comienza a hacer muchos pedidos, hecho por el cual Salvatore decide regresar a Italia, pensando en que al tener un legado y presencia en el mercado podría entrar por la puerta grande a su país para poder establecer un taller de producción que le permitiera crear muchos más zapatos. Buscando entre las posibilidades de asentarse en una ciudad que estuviera en capacidad de producir, encontró la bella Florencia, ya que debido a su auge en arte, cultura, literatura y demás, lo atrapó para fundar un taller en donde pudiera trabajar y exportar a Estados Unidos.

Así comienza la producción de una línea que fue innovando temporada tras temporada, empleando a miles de artesanos que con su ingenio y su compromiso realzaron el nombre de la Casa Ferragamo. Materiales como la piel, básica en la ciudad de Florencia, las pieles exóticas como la de réptil, los plásticos, la piel de pescado, la paja y la rafia o el celofán son algunos de los excéntricos toques Ferragamo para crear verdaderas piezas de museo, es por ello que una vez más y después de desarrollar un poquito de la historia de éste gran artista, se establece otra de las maravillosas conexiones del arte con la moda, ya que en 1995, los hijos y esposa de Salvatore, fundan el «Museo Salvatore Ferragamo» un gran recinto ubicado cerca del corazón del centro de Florencia. En un edificio que por su belleza merece ser el hogar de las exhibiciones de Ferragamo y en el que definitivamente se pueden pasar horas y horas de conocimiento.

El Museo resguarda una serie de valiosas colecciones, desde el último zapato diseñado por Ferragamo, hasta los utilizados por varias actrices que fueron donados para su exhibición. La gama Pantone está ilustrada con varios modelos de zapatos, así como los más representativos en la historia, es por ello que es importante tener conciencia que los zapatos no son sólo un accesorio, ya que gracias a ello las colecciones Ferragamo se han nutrido para contar épocas, anécdotas de lo que se usaba en otras generaciones y formas de entender nuestro paso el mundo a través de sus ojos. Además es una institución cultural completa en la extensión de la palabra y como industria cultural, ya que además de reunir exposiciones, da conferencias por especialistas sobre arte y la relación la moda, la literatura en el mundo del calzado y más. Así como una sección especial en la página donde se pueden ver videos sobre la vida del artista, su inspiración para crear las famosas «cuñas» o los zapatos de grandes niveles en la plataforma, fotografías que documentan su quehacer en Hollywood e Italia y un sinfín de actividades.

Exhibición especial a Marilyn Monroe en el Museo Salvatore Ferragamo:

Este año se exhibe una bellísima exposición, llamada «El Zapatero Prodigioso» basada en la vida de Ferragamo se mezcla moda, arte, historia, literatura, cine y cómic, para expresar el papel que los zapatos tienen en cuentos y leyendas, así que es a través de más de 300 piezas, algunas históricas, otras creadas especialmente para ésta ocasión, se muestra la tradición florentina. Entre las piezas se puede ver una sandalia egipcia del año 1550 a.C., las míticas zapatillas rojas de El Mago de Oz o los zapatos de Cenicienta.

Y por si no fuera suficiente, se creó un cortometraje de animación para explicar la historia de Ferragamo, llamado «White Shoe», en donde además de verlo podemos acceder a la página de internet para conocer el making off y el secreto de cómo se hizo cada personaje, un excelente trabajo de curaduría y conexión con la sociedad mediante el arte y la moda.

Y claro sin perder las 8 reglas básicas del uso de zapatos, inducidas especialmente por Salvatore:

1. Un par de zapatos nuevos nunca deben ser usados por muchas horas consecutivas. Una vez que los pies están completamente acostumbrados a los zapatos, puede empezar a usarlos todo el día.
2. Nunca use el mismo par de zapatos dos días seguidos. Déjelos descansar por al menos un día antes de usarlos de nuevo.
3. Siempre utilice un calzador al ponerse los zapatos.
4. Antes de quitarse un zapato de amarrar, suelte los cordones completamente para que el zapato salga con más facilidad.
5. Una vez se ha quitado los zapatos, inserte la horma hecha a la medida.
6. La horma también debe ser usada cuando los zapatos se han mojado debido a la lluvia o la nieve. En este caso, los zapatos no deben ser puestos sobre la suela, sino sobre el lado, y dejar secar por un día entero.
7. Cada vez que utilice un par de zapatos estos deben ser limpiados y polichados, incluso si todavía se ven brillantes.
8. Cada vez que un par de zapatos no han sido usados por un tiempo, cúbralos con una capa ligera de lustre para zapatos, guárdelos en la bolsa de tela proveída y guárdelos con las suelas hacia abajo en su caja.